Nuestro campeón ha luchado contra terremotos de popó, lluvia de comida y tsunamis de vomito.

Recién nació torbellino no dormía, como muchos bebés en sus primeros meses, así es que papá pasaba mucho tiempo bailando y cantando para ella, para que conciliará mejor el sueño, seguro su espalda terminaba cansada pero como él es muy fuerte no se quejaba.

Tiene una gracia peculiar, un humor del cual yo soy su mejor público y bueno, ahora Torbellino aunque aveces no entiende los chistes de papá también se divierte cuando nos ve reír.

El primer día que los vi juntos supe que él se enamoró por segunda vez en la vida. Papá es de gran corazón, yo lo sé y ella también si no no lo miraría con tanto amor.

Hay noches en las que papá simplemente me dice «tu descansa, yo la atiendo por la noche» ¿Hay mejor forma de demostrar amor cuando se tiene un bebé en casa?

Siempre está cerca. Ella y yo sabemos que no hay nada en el mundo más importante para él que nosotras, nos acompaña, nos lleva de su mano, nos enseña, nos ama. Es tan listo que es capaz de solucionar todo, no importa que sea un foco fundido o un software súper complicado para todo tiene una solución, ya lo imagino haciendo tareas más adelante.

Ha apoyado, leído, aplicado y entendido cada texto que posteo para él, relacionado a crianza. Es un experto en el tema. Tiene un instinto impresionante y los sentidos muy desarrollados «tiene hambre, se hizo popó, seguro tiene pesadillas, tiene calor» él ya sabe descifrarla.

Duerme en una orillita de la cama con tal de que Torbellino duerma cómoda.

Y lo mejor, es gran estilista hace peinados increíbles (a veces algo asimétricos pero es la moda) y aunque sabe poco de eso y Torbellino podría llegar poco combinada hace un gran esfuerzo y se lo aplaudo, la viste con tanta mesura que solo de verlos mi corazón se hace más grande.

¡Es grande! papá es un campeón y ella y yo somos sus más grandes admiradoras.

¿Gracias por tanto!