Lo terrible, no es tan terrible.
Cada etapa de nuestros hijos es maravillosa, única e irrepetible. Cada año llega lleno de emociones, sensaciones y experiencias nuevas. Es inevitable sentir nostalgia cuando los vemos crecer y ser cada vez más independientes. Disfruta cada etapa a su lado, abrázalos, bésalos, juega y aprende …