Ser madre duele
Ser madre duele. Duele cuando pasan los meses y tu regla llega, no haces más que pensar en lo feliz que serías si tu cuerpo hospedara a un pequeño ser.
Duele cuando después de un positivo, te tienes que despedir de la idea porque tu cuerpo y tu corazón no se han sincronizado.
Cuando al fin Dios envía a alguien para ti y pasan los meses duelen las agruras, la espalda y los pies, que alcanzan un tamaño inimaginable pareciera que caminas sobre nubes pero con el peso de acero en los hombros.
Duele cuando tu cuerpo se parte en dos para que una pequeña cabecita se asome para abrir camino a la vida.
Duele el postparto, y duelen las tetas.
Duele el corazón cuando te metes a la regadera con tu hijo para bajar la fiebre, duele cuando se cae y untas algo de árnica. Duele cuando prefiere a papá o huye de tus brazos porque tiene prisa de jugar. Duele cuando sientes que no puedes más y sacas fuerza y entereza de lo más profundo de tu cuerpo.
Duele cuando lo llevas a la puerta de la escuela y ambos se secan las lágrimas.
Te alegra verlos crecer pero duele soltarlos al mundo y no se necesita vivirlo para saber que también duele el día que se van y hacen sus propias vidas.
Duele porque nadie dijo que sería fácil, porque lo más bello requiere de más esfuerzo, porque vale la pena vivirlo una y otra vez. Nuestro cuerpo es tan sabio que no registra el dolor y estás dispuesta a una segunda vez pensando en un hermanito.
La maternidad duele pero también te da un sin fin de satisfacciones para recompensar ese dolor en el corazón y el cuerpo. Basta con mirar sus ojos brillantes y su sonrisa radiante para saber que todo vale la pena, tocar esa piel suave y tomar esa pequeña mano para saber que es ahí donde perteneces.
Es suficiente con sentir cerca su respiración agitada por la noche o con tomarlo en tus brazos y estrecharlo contra tu cuerpo para saber que de ahí provienes y que se amolda perfecto a tu alma. Te basta con cargarlo cerca de tu corazón y que los latidos se sincronicen.
Todo eso y más, es suficiente para saber que aunque duela ser madre, es todo un goce en la vida.
Comments (9)
Paulina
Todo es co.o lo explicas, hasta el pwnsar en darlw una hermanita, perp me espere mucho 6 años para ser exacta! Ahora me duele el tiempo q hay entre ellas?
Paola
Pero el lazo que las une será igual de maravillos. 🙂
Eva Robles
Hermoso texto. Afortunadas de tener la bendición de ser madres.
maria laura
Hola! ayy si como duele..es muy raro todo lo que se vive en tan solo un dia! tantos sentimientos encontrados….. Compartimos sentimientos si si!! saludos!!
Gaby
Que bello, si duele, el amor mas grande de todos el de mamá.
América
Aunque duela es hermoso ser madre una primera vez y una segunda vez, las que sean pero cuando tú cuerpo y tu corazón se sincronizan, se disfruta más la maternidad, soy madre de dos hermosos hijos!!. He llorado, reído, disfrutado con ellos y de ellos, se llevan siete años de diferencia pero a lo mejor porque Dios me regaló niña y niño, se llevan de maravillas y se aman y se cuidan mucho, procuro pirque así sea; e igual mi niña se llama Alondra. Y estoy muy orgullosa de ellos y los amo mucho, son mi vida, mis amores.
bertha alicia flores palma
A mi me ha costado muchisimo, es decir, los amo con el alma, pero tengo transtornos que me impiden ser tranquila. Vivo con el miedo constante de perderlos, pues tengo una diablo por ex marido. El mas grande, de 12 años, ya se fue con el… sniff.
Isabel perez
Ssiii duele todo eso duele. Pero duele mas dejarlos partir hacia dios, duele edtar atada de manos sin poder hacer nada, duele verlo en una cajita donde seria la ultima vez ke lo veas, duele decir adios hijo………
🙁 🙁 y
caro
Duele haber luchado y convertido tu sueño en realidad, y que ese angelito se haya ido. Duele su misión.
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