Recuerdo perfecto el día que supe que El Niño Dios no existía, (en Guadalajara los niños lo esperan a él) íbamos caminando mi hermana mayor y yo por un centro comercial, algún niño ya nos había contado de que eran los papás y preguntamos; tendría yo unos 6 o 7 años. No sé si es la edad ideal para saberlo, pero si es la edad en la que no falta un niño en la escuela que rompa la ilusión de otros. Sí me decepcione, por supuesto que no es lo que un niño quiere escuchar pero no odio a mis papás por haber construido una fantasía alrededor de la Navidad, al contrario soy afortunada por haberlo vivido y experimentar cada 25 de diciembre esa increíble sensación de adrenalina al correr al árbol. Si de reprochar algo a mis padres se trata, jamás sería el tema de Santa Claus y colegas.

Desde que tengo uso de razón los niños creen en Santa, Reyes, etc. No sé a ciencia cierta, en qué momento los padres empezaron a crear esa tendencia de que los hijos nunca creyeran en ellos; al parecer, con la intención de no mentirles y exponerlos a la decepción y frustración. Santa dejo de visitar los hogares de algunos niños y bueno, es respetable, siempre he creído que cada familia es un mundo.

Aquí viene el «pero»…no puedo evitar pensar que queremos robarles todo, su inocencia, su infancia y hasta su fe. Queremos niños maduros, híper pensantes e independientes  antes de tiempo, ¿para qué?  Tenemos la necesidad de adelantarlos dándoles explicaciones complejas de varios temas. ¡Son niños! Lo menos que podemos hacer por ellos es respetar la fantasía que envuelve este tema.

Estos días circulo por las redes una imagen que decía en letras grande y en negritas «Santa son los padres» ¿Por qué? era un mensaje hecho con dolo, cualquier niño que sabe leer y que pasará cerca alcanzaba a leerlo. Según la intención era que entendiéramos que las redes no son para niños y estoy de acuerdo pero nos hemos vuelto tan insensibles que para lograr un objetivo lo hacemos siempre a costa de algo o alguien, injusto ¿no?

Si hay argumentos de peso para esos padres ok, los vamos a respetar pero ¿están seguros que sus hijos respetarán a los nuestros y no irán por las escuelas diciendo lo que sus padres les han dicho acerca del tema? Así como argumentan que no van a mentir ¿podrían garantizar que no romperán la ilusión de los nuestros?

Si ha sido tu decisión decirles a tus hijos que Santa no existe, asegúrate de respetar la mía de decir lo contrario y proteger la ilusión de mi hija.