La importancia de fotografiar a tu hijo
Hace días me di a la tarea de respaldar las fotos de mi hija, con esto de la tecnología no te puedes fiar de que los archivos no se pierdan o borren. Me di cuenta de la increíble cantidad de fotos y vídeos que tengo. Me detuve a ver algunos, tengo documentado cada logro: el primer día que gateó, cuando se incorporó y se sentó sola, la primera papilla, sus primeros pasos, el primer “mamá”, sus cumpleaños, etc. Sentí mucha nostalgia, me di cuenta que mi hija ya no es un bebé y que cada etapa que hemos pasado es única.
Definitivamente solo una madre podrá comprender la satisfacción al ver cada foto y vídeo. Pareciera una exageración tener tantas fotos pero hoy la tecnología nos permite tener a la mano la cámara y capturar esos momentos tan únicos. Esa carpeta de fotos es un gran tesoro; cada foto o vídeo de tu hijo contribuirá a su historia de vida, a reafirmar su identidad y a conocer sus raíces. Es muy común en reuniones familiares que las madres y abuelas hablen de anécdotas e historias. Antes no tenían la inmediatez de un Smartphone. Escuchar esos relatos refuerza los vínculos e incluso son clave para encontrar algunas respuestas. Esas fotos nos vinculan a espacios, cosas, gente y experiencias, se convierten en la película de nuestra vida.
Esta es la importancia de tomar fotos a tus hijos:
- Toma fotos de tu hijo, todas las que sean posibles. Se dice que ahora dependemos de la tecnología y no vivimos el momento, pero creo que podemos usarla a nuestro favor. Documenta su historia, y de vez en cuando echa ojo serán alimento para tu alma.
- Sal en la foto, tu hijo querrá verte en ellas. Las fotos dicen mil palabras, podrá leer en tus expresiones lo mucho que lo amas, lo cansada que estabas, el esfuerzo tan grande que hacías. No importa cómo te veas, si llevabas unos kilos de más o si estabas despeinada, a él le hará feliz verte a su lado.
- Fotos espontáneas. Pide a tu esposo que tome fotos espontáneas, ¡esto es algo tan común!. De pronto te encuentras una escena encantadora, ellos durmiendo abrazados, jugando, riendo y no dudas en tomar la foto. Pide lo mismo para ti, esas fotos sin posar y así de espontáneas tienen un valor único.
- Haz un álbum de recuerdos. No las guardes en la computadora, imprímelas y hazlo por etapas. Será lindo desempolvarlo en unos años y ver cómo los años pasaron sobre él. Adoro los álbumes viejos de mi madre, con esa capa de acetato encima, ya despegada y con las fotos desgastadas. En unos años tendrán mucho valor, no dudes en empezar uno.
- Escríbele a tu hijo. esto es un hábito que empecé a los pocos meses que nació mi hija. Abrí un archivo en Word y llevo un diario. Procuro escribirle cada que vivimos algo nuevo, incluso en esos archivos le he contado que es difícil ser madre, le hago saber cómo me siento, mis miedos, mis errores, nuestros logros. Me gustaría que un día supiera lo que significa para mí, lo mucho que la amo y que intente siempre hacer lo mejor posible.
- Relata historias. Desde que mi hija empezó a mantener conversaciones, empezamos los relatos. Le gusta escuchar la historia de nuestra boda, cuando estaba en la pancita de mamá, le cuento de algunos viajes que hemos hecho. Seguro hay un sinfín de historias que puedes contarles. Les ayuda a mantener activa su memoria, su imaginación; les permite hacer conexiones con sus propios recuerdos y mantenerlos vigentes.
Toma todas las fotos que te sean posibles, seguro ya lo haces pero ahora sabes la importancia de seguir con este hábito. Hazlo mientras puedas pues llegará un momento que tu hijo te dirá: “ya no me tomes tantas fotos mamá” saldrá corriendo y entonces te darás cuenta lo rápido que creció, echarás un ojo a esas primeras fotos y agradecerás haberlas tomado. Cada imagen te hará revivir su historia juntos.
Esta fue una colaboración para bbmundo