Hoy festejo con agradecimiento
Hoy cumplo 35 años. Soy del tipo de mujer que no se quita la edad, que disfruta cumplir años, sueños y objetivos, los persigo y no los suelto. Hace unos días me puse algo reflexiva, estoy justo a la mitad de los 30 y los 40 y me cuestioné si había logrado algunas de mis metas, sin darle vueltas al asunto me cayeron varios veintes, sí, a mis treinta y tantos todavía me caen muchos.
Concluí que lo tengo todo, sin afán de ser pretenciosa. Lo tengo todo porque me he enfocado en agradecer y valorar lo que hoy está en mi vida, no siento que me falte algo más. “Gratitud” se ha vuelto mi palabra favorita, me he dado cuenta que mientras más agradezco, la vida me da más oportunidades. Algunas de las cosas que agradezco este año son:
- La vida de mi hija; ha sido maravilloso este viaje a su lado, verla crecer, reír, ir juntas de la mano y aprender de ella. Agradezco su hermosa y poderosa existencia porque ella cambió mi vida para bien; me volvió más humilde, precavida y noble. Definitivamente ella hace mi vida mejor.
- Despertar a lado del hombre que amo; había amado con fuerza pero él cambió mi concepto de amor de pareja. Ahora entiendo que más allá de lo pasional, ser equipo, compartir sueños, hacer planes, criar, acompañarnos y la cotidianidad hacen las relaciones más fuertes y seguras. Agradezco sus malos chistes, porque sé que es un esfuerzo por verme sonreír; la facilidad con la que ve y resuelve las cosas; su capacidad de análisis y el amor tan fuerte que me tiene, lo sé y lo veo en sus ojos. Agradezco que sea mi freno cuando pierdo los papeles. Él es el equilibrio perfecto, justo lo que necesitaba para crecer como persona y sobre todo: amo su manera de entregarse como padre.
- Agradezco mi trabajo; jamás me imaginé que contar de mi maternidad se convertiría en el mejor trabajo de mi vida. Siempre creí que el trabajo más exitoso sería detrás de un escritorio y hoy entiendo que es el que te hace feliz, el qué haces con vocación y amor. Agradezco el crecimiento profesional que este espacio me ha dado, compartir con otras madres y su confianza cuando me cuentan sus dudas.
- Agradezco las maravillosas amigas que tengo; son muchas las que me acompañan día a día. Adoro a esas mujeres que me han hecho crecer y aprender de honestidad. Agradezco a las que se han ido y a las que se mantienen distantes, porque me han hecho entender que no toda la que sonríe es tu amiga. Entendí que tu amiga es aquella que abraza, entiende tu dolor y tu felicidad; la que seca tus lágrimas y ríe contigo; la que te abraza cuando lo necesitas y te dice pendeja cuando es necesario; la que se interesa por tus cosas y te confía las suyas. Mi concepto de amistad se ha ido puliendo con las experiencias que he tenido, hoy conservo un grupo de amigas a las que estoy dispuesta a conservar y tengo claro a las que no.
- Agradezco la vida de mis padres, hermanas y sobrinos; la salud de mi madre y padre, la compañía de mis hermanas, las risas y las experiencias que hemos compartido; la madurez que hemos alcanzado para dejar de pelear por cosas insignificantes; el respeto que hemos construido en los últimos años. Agradezco la vida de mis sobrinos, adoro verlos crecer y acompañar a mi hija
- Agradezco mi salud y mi cuerpo; aunque no es perfecto y por años he vivido con la idea de que ser flaca es mejor, he comprendido que estoy sana, que mi cuerpo me permite moverme y perseguir mis sueños, mi cuerpo dio vida y por esa simple razón lo venero. Día a día trabajo en reconciliarme con él, estoy segura que un día lo lograremos, aun así el sabe que lo amo.
- Agradezco el crecimiento personal que he tenido; haberme topado con la gente exacta para que me guiaran hasta el. Haber tomado ese curso de psicología positiva que me abrió los ojos, me volvió más apreciativa y menos quejosa. Haber conocido a “A”, mi terapeuta; cada que salgo de su consultorio me llevo una fuerte dosis de verdad, de auto conocimiento y de reflexión.
- Agradezco las cosas materiales que tengo, no lo superfluo sino lo necesario; nuestra casa, tener alimento, ropa y calzado. Es vital tener una economía equilibrada para vivir tranquilo. No busco más, vivo mi realidad y muy conforme con lo que nos ha dado la vida.
¿Ahora me explico cuando digo que lo tengo todo? Este año he vivido en paz, encontré el sentido de mi vida, tome las riendas y me siento tranquila, aunque la mente me hace malas jugadas, tomarme unos minutos para reflexionar me permiten entender que no puedo pedirle más a la vida, tengo lo que he trabajado, lo que he soñado y más. Soy feliz de recibir un año más acompañada de la gente que amo, haciendo algo de lo que más me gusta y abrazada a mi hija, que es mi motor de vida. Este año ha sido bueno, estoy segura que el próximo será aún mejor, lo decreto.