Detrás de mi vida de madre

No quisiera decepcionarte pero si piensas que mi maternidad es perfecta porque escribo aquí, te has equivocado (o quizá nunca lo pensaste) Soy una madre común y corriente, que lee mucho, que asiste a talleres, platicas y diplomados, pero cuando las cosas se ponen difíciles; duda, llora, replantea, siente culpa, se enoja pero eso sí… ama como una loca.

¿En qué momento me metí en este rollo? Me lo he preguntado muchas veces, como si no tuviera suficiente con mi hija. La maternidad es todo un reto y en algún momento pensé que podía aportar algo a algunas madres, contando un poco de todo lo que he leído y aprendido, escuchando (bueno, leyendo) mamás que me escriben por inbox con dudas y angustiadas, compartiendo un poco de todas las locuras que pienso en el día que seguramente en mi muro a pocos les haría gracia o peor aún, nadie se identificaría y me terminarían eliminando.

Pero haber leído tanto, haber invertido en cursos y talleres no me exenta de equivocarme, sería absurdo creer que la maternidad es una receta de cocina y en ocasiones eso se ha convertido en mi enemigo porque me exijo mucho más. No, no soy especialista, por ahora intento formarme en un Diplomado pero soy más madre, que experta en algo, es más…soy más madre que comunicóloga (que mi papá que pago mi carrera, no lea esto).

Te interesa, Mi vida de madre, tu vida de madre 

Lo que a diario lees aquí es lo que aprendo, lo que creo que puede transformarnos como sociedad, mi sentir de madre, lo que me gusta y lo que considero innecesario o necesario para criar mejor.  Todo eso que a mí me convenció y que me ha dado guía para tomar algunas decisiones. Aquí lees mis experiencias y lo que procuro hacer en casa, pero no soy una autoridad en el tema (ni quiero, no puedo, ni pienso serlo) No me gusta juzgar o burlarme de nadie, aunque a veces se me van las patas y lo hago, siempre he sido consciente de que cada madre hace su mejor esfuerzo y lo respeto. 

Hablar de no pegarle a los niños e insistir tanto, no hace perfecta mi maternidad. Solo opte por ser respetuosa y hacer un esfuerzo por no caer en las tentaciones de descargar mi furia de la manera equivocada. Creo en la Crianza Respetuosa, confío en los estudios más recientes y no, no he de tirar la toalla ante una dificultad y tampoco voy a reconsiderar mi decisión solo porque estoy rebasada y en ocasiones me hagan dudar.

Tampoco mi hija es perfecta, es acelerada para jugar y por supuesto para llorar.  A veces es introvertida y se esconde detrás de mí cuando no quiere saludar a extraños pero es capaz de montar un show de baile y canto tipo Broadway para que papá y mamá le aplaudan. Habla bajito en público pero grita y ríe a carcajadas en casa. Es una niña sumamente respetuosa, nunca pega, sí pelea por un juguete pero nunca agrede a nadie. Sí tiene límites y una estructura en casa, no la trato como un gendarme pero seguimos en el proceso de aprendizaje y poco a poco definimos que sí y que no. Los límites que manejo en casa tal vez sean diferentes a los de cualquier otra familia y eso no convierte a mi hija en una delincuente (quién la conoce se reiría de tan solo pensar que es una terrorista sin límites) Ella es ocurrente y no hay un solo día que no me haga reir, pero también me ha desquiciado con algunos berrinches. Me ha llevado al límite, a ese justo momento dónde es mejor que me retire y respire unos segundos. Pero ella es mi musa e inspiración para poder contarte tantos dramas, reírnos e identificarnos y no solo eso, ella inspira mi vida entera.

Te interesa; ¿Qué esperar de los 2 años? 

Y aunque  a veces  perdemos el juicio, el camino, la cordura y esta casa se convierte en un circo, a las pocas horas recobramos la calma. Tenemos rachas excelentes, buenas, diferentes y de terror pero después bajan las aguas y volvemos a retomar el curso.

Bloguear de maternidad no me convierte en una experta en la materia, estoy lejos de serlo. Soy yo, Paola, la que todos los días se sienta en el teclado hasta la 1 o 2 de la mañana para hacer esto que tanto disfruto; compartir contigo y acompañarnos. La que pide ayuda su esposo a tomar unas fotos o editar un vídeo(Tal vez los cursos y talleres ya debería hacerlos de eso).  No sé si lo hago bien o mal, a veces pienso que escribo con los pies, que mi redacción puede mejorar y no se diga mi ortografía pero esto me hace tan feliz que doy publicar y me encomiendo a Dios para que aleje a los troles, las madres perfectas que juzgan, los que insisten en el chanclazo y al final postear aquí y a diario mi vida de madre, se ha vuelto parte de mi día a día. 

Hoy hace dos años di publicar en este espacio por primera vez y de no ser por ti que lees mis locuras, mis incongruencias y mis sentimientos este espacio no sería posible.  Me encanta leerte, echar un ojo y saber que algunas me leen y comentan a diario, eso me motiva a seguir aventando estos tremendos rollos.

Hoy Mi vida de madre llega a sus terribles 2, espero no sean terribles y compartirte lo mejor de mi en este año. Gracias por acompañarme en este maravilloso mundo de la maternidad.

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

Share This Post On