¿Cómo sé que debo destetar?
¿Cómo sé que debo destetar?
En unas entradas atrás te conté de mi lactancia frustrada, así es que me es difícil hablar desde mi experiencia. Soy algo cerrada para hablar de temas de los que no sé, aunque he leído del tema y visto muchos consejos de madres para este proceso, me es imposible darte mis recomendaciones personales.
¿Quién mejor que una experta en lactancia para hablar de destete?
Hoy podrás leer a Dulce Montero, asesora de lactancia y parte del equipo de Nishanti Guadalajara.
Soy doula, y la vida se presenta ante mis ojos, hermosa con una gran cantidad de hojas limpias por llenar con grandes historias. En los primeros minutos es la experiencia más grande que puede existir, y acompañar un parto es un regalo maravilloso, sobre todo porque en ese momento esa familia y yo tenemos una historia previa, lo que me permite saborear aún más ese momento en mi corazón.
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Cuando un bebé nace, algunas veces junto con él nace una nueva mamá. Una madre que durante el embarazo, queriendo o no escuchó historias hermosas y de terror, una mamá que leyó todo lo que cayó en sus manos relacionado con la maternidad y los bebés.
Esa madre (y padre) decidirán una innumerable cantidad de situaciones en favor de ese pequeño ser, del que son amorosamente responsables. Entre todas las decisiones estará la forma de alimentarlo al inicio de su vida: ¿leche materna o fórmula? Las razones para decidirse por leche materna son numerosas, tantas que son un tema a tratar aparte. Lo que sí debe quedar claro es que BIOLOGICAMENTE hablando es lo mejor que se puede ofrecer a un bebé, sin embargo hay toda una carga psicológica que algunas veces complica el hecho natural de amamantar.
Muchas mujeres, cada vez más, deciden dar leche materna a su bebé. En este punto, en el inicio, algunas logran hacerlo con facilidad o con ayuda de sus familiares que han lactado. Otras se apoyan en profesionales para lograr arrancar en este camino de la lactancia; y otras más no logran hacerlo por diferentes factores que se presentan en contra a pesar de su deseo y esfuerzos.
Evidentemente en algún punto, llegará el final de la lactancia. En este punto, aunque hay muchos ‘opinólogos’ que ejercen fuerte presión con preguntas como ¿todavía le das de tu leche? Es únicamente asunto de la mamá y el bebé. De manera que solamente hay dos opciones: que el bebé se destete solo o que la mamá decida que es el momento de destetar.
En el primer caso, no hay más, el bebé deja de querer ‘pegarse’ a la mamá. Entonces la mamá deberá trabajar para disminuir su producción de forma que evite pechos congestionados y las complicaciones que esto pueda generar.
En el segundo caso, podemos encontrar otras dos variantes: el destete abrupto y el gradual que tiende a ser más respetuoso para mamá y bebé. El destete abrupto puede suceder por alguna situación ajena a la diada madre e hijo (por ejemplo hospitalización de alguno).
El destete gradual es decidido por la madre y se puede dar por situaciones de ideología, laborales y familiares entre otras. Lo importante es que ella esté clara en que es su decisión y que es el momento adecuado para ella y su bebé.
Cuando una mamá me dice que destetará y quiere un consejo, suelo preguntar ¿Estás en este punto? ¿Es tu momento? ¿Tú deseas hacerlo? ¿Qué te preocupa? Si al final ella resuelve que sí es la decisión adecuada para ella y su bebé, entonces empezamos a platicar para ayudarla a visualizar un plan de acción a seguir.
No hay una receta para destetar, no hay pasos a seguir, pero sí hay ‘acciones’ que pueden estar a favor de nuestro objetivo.
Lo primero es estar segura de que es la mejor decisión y que está tomada con base en las necesidades y momento de vida de mamá y bebé. De manera que podamos apoyarnos en recordar estas razones en algún momento difícil que se pueda presentar.
Segundo punto es observar la realidad de nuestro bebé ¿Es el mejor momento para él? Recuerda que la lactancia tiene una gran carga afectiva, por lo que no es recomendable intentar destetar cuando el bebé tiene cambios fuertes, como separación de los padres, cambio de casa o escuela, fallecimiento de algún ser cercano.
Tercer punto es observar la realidad de nuestra lactancia ¿cuántas tomas doy? ¿Cuál será más difícil de retirar? ¿Con cuál puedo iniciar? Normalmente las madres refieren como complicada alguna toma nocturna por ser la forma de ‘arrullar’ a su bebito.
Cuarto paso, es pensar en una estrategia. La diferencia entre un ‘sueño’ y una estrategia es que la segunda tiene pasos a seguir. Los ejemplos de preguntas del paso anterior, me pueden llevar a decidir con cual toma debo iniciar, o a qué hora debo ofrecerle ciertas tomas, o incluso el lugar para ofrecerla, etc.
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He aquí algunos consejos útiles:
Dormir con tu bebé en el mismo cuarto y/o cama, es una forma de facilitar la lactancia. Por tanto cambiar esto favorece el destete. Es decir, cuando el bebé huele, escucha, siente a mamá deseará estar más cerca de ella. En algunos casos, nos ha sido útil (si se adecua a las circunstancias de la familia y no afecta al bebé) el cambio de cuarto del bebé, en donde, la mamá se va dormir con él, le ofrece pecho o su cercanía y se retira del cuarto cuando el bebé se duerme. Sin embargo, para implementar esto HAY QUE ESTAR DISPUESTA a acudir al cuarto del bebé y recostarse con él las veces que éste lo requiera, que al inicio son varias veces y luego van decreciendo.
Cuando hace sus comidas balanceadas y en buenos horarios suele ir haciendo un destete natural de las tomas que coinciden con la comida y las cercanas a ésta.
Darle una cena suficiente y adecuada evitando azúcar excesivo, por ejemplo, ayudará a que concilie el sueño de manera más sana y con mayor prontitud.
Dale una oportunidad a papá. Algunas veces se subestima la gran capacidad que tienen los padres para arreglárselas con los hijos. Ellos tienen otras estrategias para lograr que los hijos duerman, coman, no lloren, etc. Otra estrategia posible es que papá sea el encargado de llevarlo a dormir y estar lista para ayudar sin afectar las decisiones de quien está a cargo en ese momento, recuerda que él es tu aliado.
Una pareja, una vez llevó a su niña (mayor de 2 años) a elegir un vaso hermoso, le explicaron que ella podría tomar en ese vaso si dejaba de tomar pecho. Y la niña aceptó. Explico la historia porque hay quien puede estar en contra de que se le haga ver al niño como mayor para tomar pecho, sin embargo tratado con respeto puede ser una buena estrategia.
Recordemos que en la crianza no hay blancos y negros, existen todos los colores en todos los matices posibles. Y es por eso que no hay recetas, pero cuando hay amor se puede encontrar el camino adecuado para nuestro hijo. Disfruta la etapa de tu bebé, no corras, decide con amor. Porque al final del camino lo único que podemos asegurar es haber hecho todo con amor y que las equivocaciones fueron errores que nos llevaron a ser mejores madres .
Este texto es una colaboración de Aida Apodaca y Dulce Montero, gracias por sus letras para esta comunidad.
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