¿Cómo es una madre que cría con respeto?
¿Cómo es una madre que cría con respeto?
La madre que cría con respeto es igual que todas; no es perfecta, se enfrenta a los mismos retos, dudas y miedos. Durante el embarazo devoró libros porque no quisó conformarse con el supuesto instinto, quería hacer lo mejor posible, aunque a veces topa con pared. Se empeña por repararse a sí misma para dar a ellos lo mejor, se acaba la jarra de café mientras piensa en cómo sanar algunas heridas, perdona y toma lo mejor para aprender junto a ellos.
El cansancio le nubla la vista, talla sus ojos para ver con claridad. Se enoja pues es humano, ha llorado encerrada en el baño o con su hijo en brazos, se apoya de su tribu que le hace saber que va por buen camino. Hay días que se confronta consigo misma, ve a su niña interna en el rostro de su hijo y así toma un segundo aire para limpiarse las lágrimas y salir del baño.
Ha dudado, y más de alguna vez, se ha equivocado pero tiene la valiosa herramienta de reparar y la suficiente humildad para hacerlo. Deja de lado su ego que le dice una y otra vez que ella podría tener el control. Cuando la furia entra en su ser, respira las veces necesarias para no caer en el mismo patrón con el que fue criada, prefiere tomarse el tiempo fuera ella, antes de lastimar. Sabe que el vínculo y la conexión mas sana no se logra con humillaciones o malos tratos.
Te interesa: Los riesgos de la crianza respetuosa
A veces se siente sola, pocos entienden sus decisiones. Se ha informado lo suficiente para saber que hay otras formas de criar, aun así, hay días que la práctica supera su teoría pero no decae, se mantiene firme. No se cansa de dar sus argumentos, sabe que criar con respeto implica límites, diferencia perfectamente la permisividad de una disciplina consciente y amorosa. No pretende imponer, no se burla de quién no cría así y da de buena fe la información que tiene.
Entiende que disciplinar y pegar no van de la mano. No se siente mejor que otras, simplemente decidió criar de otra forma y darle una oportunidad a los buenos tratos. Comprende que para criar así, puede lactar o no, puede usar un fular o no, sabe que lo más relevante es respetar los tiempos de su hijo y sobre todo su cuerpo. Ha estudiado lo suficiente para entender la teoría del apego y los derechos de la infancia, sabe que no hay matices cuando de violencia y amor se trata.
Te interesa: Te recomiendo 5 libros de crianza
La madre que cría con respeto no lo hace por moda, por seguir tendencias o por encajar, lo hace por convicción y porque comprende que la salud emocional se construye desde la infancia. Sabe que cada quién cría de acuerdo a sus propios recursos pero no justifica el maltrato o la negligencia. Está consciente que el mundo necesita de más amor y solo con amor se combaten las guerras. Sueña con cambiar al mundo y cree que una forma de aportar a la sociedad, es criando hijos respetados que en un futuro sepan respetar y sean capaces de romper las cadena de los malos tratos. La madre que cría con respeto es igual que todas pero día a día hace un gran esfuerzo por escribir su propia historia.
Comments (3)
Carol
Gracias por compartir tu experiencia, algunas veces se llega a frustar uno por si estamos haciendo bien o estamos causando algo que no está bien en la forma de reprender y ahí es donde se entra en un conflicto
Ariana Garcia Amigo
Te leo y me veo a mi… lloro y me replanteo si estoy haciendo las cosas bien.. aveces me siento desbordada y no se como frenar a mi peque de dos años y ahi es cuando paro me miro respiro y le hablo,aveces creo q no me entiende siento q no me presta atencion y se rie cuando lo reto… pero leo esto y me dan ganas de seguir con mi pensamiento y mi metodo de crinza! Gracias!!
Silvia
Yo también me sentía así cuando mi hijo era menor. Ahora que tengo más hijos y que han crecido, mientras la vida me ha golpeado y saturado de pérdidas y frustración te digo: no es fácil mantenerse en calma ni en positivo. Para mí ya no es fácil no levantar la voz y quedarme ecuánime. Si sabes de algún método o lectura que me pueda ayudar, te agradezco. Mi hijo mayor ya tiene 12 años.
Comments are closed.