En mis tiempos se criaba diferente

La crianza ha evolucionado, en tiempos ancestrales era impensable que una madre durmiera lejos de su hijo. No me imagino en la época de las cavernas que la madre acondicionara una cueva para el bebé. La modernidad trajo consigo nuevas prácticas para criar. Las casas donde cada quien tiene su propia habitación impusieron la moda de mandar al hijo a su propio espacio y con esto, llegaron esos métodos aberrantes para enseñar a los niños a dormir solos. Poco a poco ha ido cambiando el concepto de criar.

Aunque a mí nunca me pegaron, en mis tiempos se criaba diferente. El uso de los golpes y las amenazas se consideraba una práctica común. Incluso inculcar miedo a los hijos para ganarse su respeto era requisito para considerarse buen padre.

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Esas sombras de crianza siguen haciendo eco en nuestras generaciones. Es muy común escuchar cosas como;

«En mis tiempos los niños no eran mal educados, respetaban a sus padres»

«En mis tiempos con dos tres nalgadas se ponían en paz»

«En mis tiempos los niños no hacían esos berrinches»

«En mis tiempos los niños aprendían a ser independientes antes”

Pues en los tiempos de Cicerón parece que eso ya era problema;

“Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros”

Pobre Cicerón, se vuelve a morir si ve que desde su época (106AC) a la fecha, todo sigue igual o quizá peor porque ahora con la tecnología todos escribimos libros y/o blogs.
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La educación y los valores nunca pasarán de moda pero los métodos, son los que pueden hacer la diferencia. Es un hecho que los niños ya no son como antes incluso las madres tampoco son como antes.

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En tiempos de los abuelos las familias eran muy grandes de 5 hijos en adelante. No dudó que cada madre hiciera una labor titánica pero al tener tantos hijos, existía la posibilidad de no enfocarse al cien en la crianza de unos pocos. El hermano mayor se encargaba de criar al menor y así se generaba una cadena de cuidados, donde la responsabilidad caía en pequeños que con trabajo podían disfrutar de su niñez y claro, no generalizo pero sí era algo muy común. En tiempos de nuestros padres el número de integrantes empezó a disminuir haciendo posible una crianza más personalizada. Ahora en nuestros tiempos, no se diga. El promedio de hijos actualmente es de dos a tres, creo que esto nos permite un mejor acercamiento con cada uno de ellos y esto se convierte en una buena oportunidad.

Romper los viejos patrones o nuestros paradigmas no es fácil, se requiere de mucha información y sobre todo convicción para hacer las cosas diferentes. Si por años se había criado con miedo y la sociedad se ha deteriorado cada vez más, ¿por qué no darle oportunidad a unos tiempos diferentes?

Yo no sé sí en tus tiempos o los míos se hacía de determinada forma la crianza, hoy en los tiempos de mi hija yo decido criar diferente, con amor y respeto.

Es mi tiempo y mi turno de criar.

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

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