Mi hijo me reta con actitudes desafiantes

“Le digo a mi hijo que no corra y parece que le pido lo contrario”

“Le pido que no toque y me reta haciéndolo”

Cuando esta situación se convierte en algo habitual, hablamos de actitudes desafiantes. Los niños y sus padres se enrolan en luchas de poder innecesarias. Los niños inconscientemente buscan su lugar (sentido de pertenencia) por medio de actitudes que los definan; “enojon”, “problemático”, de esta forma atraen las miradas de los padres hacia ellos.

¿Qué se puede hacer?

  • Observa tu propia conducta, regularmente ese comportamiento obedece a algunos padres excesivamente controladores o sobre protectores
  • Si el niño discute constantemente es probable que este siguiendo el ejemplo de alguien. Para saber si es el tuyo; procura en la próxima pelea no enrollarte y que sea él el que diga las últimas palabras. (No que tome decisiones, es un simple ejercicio para saber si eres tú el que siempre discute y no sabe frenar una confrontación)
  • Para descubrir qué hay detrás de esa conducta, intente suponer con algunas  preguntas; ¿Quizá estás molesto porque te doy demasiadas ordenes? ¿Tal vez te gustaría pasar más tiempo en familia? Cuando supones y aciertas tu hijo se sentirá validado. Si tus suposiciones no han sido correctas, sigue intentando.
  • Da opciones limitadas para que sepa que es tomado en cuenta: ¿Prefieres que tome tu mano para cruzar la calle o crees poder hacerlo solo y con precaución? (ojo; depende de la edad) ¿Vamos a hacer algunos encargos, prefieres pasar primero al banco o a la tintorería?
  • Quizá tu hijo te lleve al límite y sientas la necesidad de golpear, no tienes que hacerlo, manten la calma, echa mano de tu autocontrol y hazle saber que no pasará: en otras ocasiones te he dado un par de nalgadas para que pares, esta vez no será así, lamento haberlo hecho, hoy será diferente, estaré aquí hasta que ambos logremos calmarnos.
  • Cambia el “deber” por “necesitar” es decir en lugar de darle simplemente una orden, preguntale que necesita hacer antes de… Por ejemplo; ¿Qué necesitas hacer después de desayunar? (quizá se trate de lavar los dientes, siendo una rutina, él sabrá que es el momento de cepillar los dientes)
  • Invítalo a cooperar con frases como, valoraría mucho tu ayuda con…”, agradecería cualquier cosa que puedas hacer para ayudarme”
  • Echa mano de la honestidad emocional usando siempre el “yo siento…porque…y quisiera” cuando te muestras trasparente respecto a lo que sientes y lo que necesitas, tu hijo esta´ra más dispuesto a cooperar.

Recuerda siempre que detrás del comportamiento del niño, hay un mensaje. No te limites a observar y quejarte de la conducta, conéctate con él y descubre qué hay detrás, la solución a los problemas de un niño siempre está en los padres. 

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

Share This Post On