Soy mamá y no quiero darle explicaciones a todo el mundo

¿Cuántas veces te han criticado por no darle pecho a tu hijo o por criarlo de una u otra forma?

Desde que soy madre me di cuenta de la cantidad de retos a los que nos enfrentamos día a día pero hay uno en particular que me tiene algo cansada: los juicios. Necesitas ser madre para conocer la ardua labor que realizamos y aun así, las guerras de madres son pruebas de resistencia a tu moral.

Qué difícil es darle gusto a la gente, vamos por ahí queriendo dar explicaciones de todo y a todos, aun así hay alguien a quién no convencemos. No es justo y es algo que deberíamos dejar de hacer. Para nuestros hijos somos perfectas, ellos no necesitan explicaciones y mucho menos que las demos para justificar nuestras decisiones o acciones.

Estos son algunos aspectos de los que jamás tienes que dar explicaciones:

  • Tener tiempo para ti: Tomarte un café con las amigas, salir con tu esposo o encerrarte 10 minutos en el baño para revisar en santa paz tu celular es algo que merecemos. No tienes que explicarle a tus otras amigas que son mamás, que eventualmente sueñas con un día o dos para ti. Aunque ellas no lo acepten, también hay días que fantasean con un par de horas de tranquilidad, pero nadie quiere llevar a cuestas la etiqueta de mala madre.
  • El tipo de crianza: Si lactas o das el biberón, practicas colecho o usan cuna, carriola o fular; todas esas decisiones se van tomando sobre la marcha y ninguna te califica como buen o mala madre. Lo más importante es que esto no es determinante, si favorece pero lo que será garantía de la salud emocional de tus hijos será el respeto con el que los trates y el ejemplo que les des.
  • El número de hijos: Estoy cansada de qué me pregunten; ¿Solo tienes una hija? – No, tengo 4 pero si los traigo igual me vas a juzgar- quisiera responder eso pero ni tengo 4 y opté por responder un simple ¡sí!.  Que si tienes más de uno o dos, no tienes tele y si tienes uno, eres  egoísta. El número de hijos lo decide cada madre, cada pareja  e incluso para algunas, las circunstancias pueden ser diferentes, en mi caso solo hemos podido tener uno, ¿Debería dar esa explicación a todo el que me pregunta? Quizá si lo hago dejen de preguntar.
  • Si trabajas o estás en casa: Esto lo define la situación de la familia, hay quiénes apuestan por quedarse en casa y otras que deciden trabajar, en ambos panoramas existe una diversidad de factores que se evalúan para tomar una decisión. Ambas merecen respeto y reconocimiento; no es tarea fácil estar 24 horas en casa y partirte en mil, tampoco lo es trabajar y llegar a casa a seguir trabajando pero ahora en las tareas del hogar.
  • El comportamiento de tu hijo: La sociedad se ha vuelto adultocentrista, las necesidades de los mayores son más importantes que las de los niños y a medida de que pasen desapercibidos se le etiquetará a él, de buen niño y a ella de excelente madre pero la realidad no es así. Los niños corren, gritan, juegan, lloran y actúan de acuerdo a su edad. La mayoría hacemos todo por guiarlos, si en alguna ocasión se comporta de acuerdo a su edad, no creo válido ser juzgadas o señaladas, tampoco lo es justificar su comportamiento o disculparse para dar gusto a los demás, trabajamos día a día por educarlos y que más adelante sean capaces de vivir en sociedad, eventualmente (o casi siempre, mejor dicho) se portarán como niños que son.

Estoy convencida que cada madre a su modo y estilo hace todo por el bienestar de sus hijos, no te esfuerces por darle gusto a todos, lo importante es estar bien en casa, con tu hijo y tu familia; finalmente solo tú conoces ese amor infinito de madre, solo tú conoces tus batallas y tu rutina. Vive segura y conforme con lo que has decidido y que el mundo ruede.

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

Share This Post On