No te daré dulces si viajo en avión con mi hijo

Esto es un tema muy recurrente; la gente que se molesta cuando nota que un niño en un avión, comienza a inquietarse. 
 
¿Saben? Nos gustaría tener o mejor aún, que ustedes tuvieran avión privado para que viajemos todos agusto y en santa paz, ¡Sería increíble! Pero como no es posible (a menos que seamos parientes de Slim) pues te informo, que una madre también pago el costo de su vuelo y no nos queda de otra, que tratar de convivir por unas horas en comunidad. Vivimos en comunidad ¿Sí sabias? 
 
Ya había hablado del tema pero es tan común la molestia de algunos, que te explico una vez más. Un niño (entre 0 a 5 años) que viaja en avión puede llorar por varias causas;
– Molestia en un oído por la presión
– En un vuelo largo se aburren 
– Se estresan por el ruido o por ser una experiencia nueva
– Un niño necesita actividad, es imposible que viajen horas sin moverse
– Tiene hambre (seguramente también te ofendería que nos sacáramos la teta) 
 
 
Si nuestros hijos lloran, nosotras también nos estresamos. Resulta agobiante intentar calmarlo con las miradas intolerantes alrededor y en un espacio tan reducido para maniobrar ¡No, tampoco la estamos pasando bien! Hacemos lo posible por calmar o entretener a nuestros hijos, viajamos con lo indispensable. Quizá le de un iPad para que vaya tranquilo pero seguramente, también me juzgarías por darle un iPad. Es que a los niñofóbicos es muy difícil darles gusto, les encanta hablar de paternidad y juzgar sin siquiera conocer la difícil tarea de criar. ¡Claro, porque es más fácil JUZGAR! 
 
La mala noticia para esos que les molesta todo de los niños, es que vivimos en sociedad y que no podemos aislar a nuestros hijos por no molestarlos. Así es que, si te toca viajar con un niño que llora, ofrece ayuda a la madre e intenta calmarlo, ¿No lo harías? ¿No puedes? Vamos, inténtalo, seguro hablas de algo que sería muy fácil para ti hacer, ¿No? Ah bueno, entonces pongamos en práctica nuestra paciencia y tolerancia.
 
Mi hija y yo nunca nos hemos quejado de la gente molesta; el que se duerme y ronca, el que trae mal aliento, los que tomaron alcohol antes o durante el vuelo y tienes que soportar el olor, el que habla con su compañero de viaje como si tuviera altavoz integrado, el que se acomoda a sus anchas y te deja en un espacio reducido, puedo seguir… el que se tarda horas acomodando su maleta de mano y no le importa la fila de pasajeros que están esperando abordar, al que le dicen que no se pare hasta que el avión se haya detenido y ya está de pie aventando para salir antes que todos, el que quiere ligarse a la azafata, el que patea tu asiento (sí también hay adultos que lo hacen) en fin. Un niño únicamente, llora, juega o si se pone muy pesado patea tu asiento
 
 
No se trata de un tema de educación, un niño puede ser sumamente educado pero ¡ES NIÑO! y estar sentados por periodos largos no es una «habilidad» con la que nacemos. Un niño no es un producto terminado, no es grosero por patear tu asiento (ten la seguridad que le haré saber que tenga cuidado) simplemente está aprendiendo, seguramente tuviste tu propio proceso de aprendizaje. Estoy haciendo todo lo posible por que desarrolle habilidades que a muchos adultos les falta y parece que nadie les enseño; tolerancia. paciencia, empatía y solidaridad. No pretendas juzgar mi crianza por unas cuantas horas, mucho menos etiquetes a mi hijo de «terrorista», porque te aseguro que sabes poco de nosotros y del esfruerzo que muchas madres hacemos día a día por hacer gente de bien.
 
Hace tiempo leí de algunas madres, que a modo de disculparse por las molestias que podrían causar durante el vuelo, entregaron a los pasajeros una dotación de dulces. Perdón, pero yo no te voy a dar dulces para disculparme porque mi hijo actué como un niño que es, si llevo dulces serán para ella. Podría dar una dotación de paciencia y empatía, o regalar un libro acerca de desarrollo infantil para que lo lean en el viaje y comprendan del tema. Y tampoco voy a disculparme si mi hijo entra en crisis, créeme que haré lo posible por que se tranquilice y no por molestarte, sino porque no me gusta que la pase mal. No, sinceramente no venimos al mundo a darle gusto a los intolerantes. En el avión el adulto es otro, no le exijas a mi hijo de 3 años que actué como uno. 
 
Ya basta de adultocentrismos.; comprende, aprende o resígnate a vivir en SOCIEDAD y si te es imposible, ahorra para comprar tu avión privado. 
 
 

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

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