Manejo de berrinches; no es fácil pero es posible.

Antes que nada quiero aclarar que no soy experta, no soy médico, ni psicóloga. Soy una madre como tú que todos los días aprende algo.  Los tips que te daré son algunos de los que aplico y creo que pueden ser efectivos. Son también el resultado de varios libros, conferencias  y artículos que he leído respecto al manejo respetuoso de berrinches.

Desde que nació mi hija encontré un gusto particular por leer, investigar y documentarme acerca de todos los posibles métodos de crianza, la información da poder y nos permite ver el abanico de posibilidades para poder elegir lo mejor para nuestros hijos y nosotras. Hace poco me certifique en Disciplina Positiva y finalicé un Diplomado de Parentalidad, Apego y Desarrollo de la Infancia, aun así e igual que tú, me enfrento día a día los retos que la maternidiad trae consigo.

He mantenido una postura muy firme ante los golpes. CERO TOLERANCIA A LA VIOLENCIA. Defiendo esta postura hasta morir, pues de todo lo que me he documentado aprendí que la violencia solo genera más violencia, en resumidas cuentas.

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No es fácil lidiar con un niño en medio de un berrinche, NADA FÁCIL. Pero tampoco es algo que sea imposible, tal vez lo parezca pero no lo es.

Regularmente los niños hacen berrinches por que los adultos no comprendemos en ese momento sus necesidades. Simplemente hoy me enfrente a uno: ayer mi hija no quería dormirse y termino acostándose muy tarde. El resultado; una niña que despertó cansada pues no durmió lo suficiente. Por la mañana quería ver TV pero era momento de que mamá la peinará pues ya se hacía tarde.

Algunos de los berrinches son el resultado de un conjunto de situaciones propiciadas por ambas partes; mamá no hizo lo posible por llevarla a cama a tiempo y por la mañana tenía prisa, ella se resistía a dormir cuando ya estaban en la cama y obviamente, ella no sabe de tiempos.

Hay ocasiones que quizá, el niño no sabe cómo expresar sus sentimientos y ese cúmulo de emociones es completamente nuevo. Hace tiempo asistí a una plática acerca del manejo de berrinches y el especialista explicó más o menos así; resulta que tienes un equipo de cómputo con capacidad de 4GB y un programa con información que pesa 5GB, es posible que al querer instalarlo la computadora entre en conflicto. El cerebro de tu hijo es el equipo de cómputo y sus emociones es ese programa que se va a instalar. ¿No parece lógico que esos berrinches sean la forma de colapsar de tu hijo ante sentimientos totalmente nuevos para él?

Los berrinches son completamente NORMALES y SANOS. Es parte del desarrollo emocional de nuestros hijos, por ahí alguien me comento una vez; “si el niño hace berrinches es que algo está mal con él y con los papás”. Noooo, perdón quien está mal es aquel que en su poca compresión del niño hace ese tipo de afirmaciones.

No estás haciendo nada mal, tampoco tu hijo quiere manipularte. A la edad que se presentan los berrinches la manipulación no es algo que sea posible, esta requiere un razonamiento complejo y elaborado que los niños aún no conocen.

Es muy difícil, sí lo es. Lo vivo y a veces me cuesta mucho seguir al pie de la letra lo que he aprendido. Lo intento todos los días y lo práctico aunque hay días que me sale mejor que otros. Que sepas contener los berrinches y que tu hijo aprenda a regular sus emociones requiere de mucha práctica y paciencia. 

Entonces,  ¿Qué puedo hacer?

  1. Acompáñalo, no lo dejes o aísles. Quédate cerca. Cuando tenemos sentimientos intensos lo que menos deseamos es que nuestro entorno sea antipático con nuestro sentir.
  2. Intenta hacer contacto físico, como una caricia en la espalda. Si él no se siente cómodo retira tu mano y espera (a todos nos viene bien una caricia cuando nos sentimos mal).
  3. Valida sus emociones y dirige su atención a algo más, “Sé que estás molesto pero vamos a jugar algo…”, muéstrale algo para que se calme un poco y se relaje. No se trata de minimizar sus sentimientos sino ganar algo de tiempo para que se tranquilice y después hablar.
  4. Respira mientras acompañas las rabietas. Explica a tu hijo, “estoy un poco confundida me gustaría ayudarte, estoy respirando para relajarme” eso le enseñará que la respiración puede ser un método efectivo para manejar sus emociones y esto te ayudará a ti para no perder la calma.
  5. No le pegues; pegarle solo le enseñará que así se solucionan las cosas y que mamá está haciendo también berrinche por que no sabe cómo solucionarlo. Pegar solo es una alternativa a tu frustración.
  6. Sé paciente, pasará.
  7. Si está golpeándote, dile que en casa no se aceptan los golpes. Si tú ya eres de las que golpea es imposible que reprimas esto, predica siempre con el ejemplo. Aléjate un poco para que no pueda golpearte. 
  8. Pregunta si requiere de tu presencia, si dice que sí quédate con él. Si por el contrario pide que te vayas, hazlo pero quédate dónde puedas verlo y coméntale “saldré hasta que te tranquilices y si necesitas que regrese, lo haré”. El tiempo fuera no es una medida valida ni respetuosa. Es muy diferente darle su espacio, si lo necesita a aislarlo como una forma de castigar. 
  9. Cuando haya pasado el berrinche, habla con él. No importa que el lenguaje de tu hijo este en proceso, te sorprenderá saber la capacidad que tienen de comprensión.
  10. Elige tus batallas, ¿vale la pena pelear por un dulce más? A veces solo tratamos de imponer nuestra autoridad con el afán de hacerles saber que “yo soy la que manda”. Si algo de lo que te pide no lo daña ni física o psicológicamente, haz un esfuerzo por ceder. Tu hijo sabe que quien lo guía eres tú, no seas obstinada e intentes imponer cosas que puedan rayar entre lo absurdo e innecesario. Tampoco se trata de no poner límites, define cuales serán y transmítelos a él.
  11. Puedes prevenirlos, muchos de los berrinches se pueden prevenir. Asegúrate que sus necesidades básicas estén cubiertas; sueño, hambre, sed. En ocasiones la falta de alguno de estos detonan las rabietas. Por ejemplo; si irás al supermercado y sabes que siempre es problema porque quiere que le compres algo, adelántate diciendo; «Esta vez no vamos a comprar nada, mamá no trae dinero para dulces o juguetes, venimos solo por lo necesario» sé insistente en todo el camino para que lo vaya asimilando.
  12. Sí estás muy molesta al grado de perder la paciencia y  hacerle daño o gritarle, es mejor que te retires y cedas paso a papá o alguien que esté contigo. Sal y respira. Agradece la vida y la salud de tu hijo, respira, respira y vuelve. Abrázalo y dile que todo estará bien. No se trata de perder autoridad, esto es para que TÚ te relajes un poco.
  13. Si perdiste el control y terminaste gritando, recuerda que es de humanos equivocarse y es de buenos padres reparar. Explícale que mamá es humano y a veces pierde el control. 

Es importante hacer consciente que es una etapa y con tu guía sabrán resolverlo. El aprendizaje del niño se da por medio de repeticiones y con paciencia. Cuando quieras que él aprenda algo, trata de ser constante pues solo así tendrás resultados, aplica también para ti; manejar respetuosamente esta etapa es cuestión de practica. 

 

Author: Mi vida de madre

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