En defensa de Peppa Pig.

Hoy haré de abogada de esta curiosa puerquita.

Hace poco Torbellino empezó a ver un poco más de Televisión, es inevitable! Vivimos en un mundo dónde no podemos alejarnos de la tecnología, era imposible vivir como en las cavernas y apartar nuestra vida diaria del televisor. Dimos vuelta por muchos canales hasta que surgió ese amor por Peppa, fue amor a primera vista.

A veces me dan ganas de abrazar al creador de esta serie pues ha habido momentos dónde hemos hecho de todo; jugar, bailar, pintar, pararnos de manos y de  pronto se nos acaban las ideas pero la energía no y es justo ahí cuando Peppa hace su aparición estelar. Incluso ha sido nuestra aliada cuando salimos de viaje y esas horas de avión o de carretera las alegra la familia Pig.

No me dan las mismas ganas de abrazar al creador cuando Torbellino dice “mamá celdita” o más bien me dan ganas de buscar a los que hacen el doblaje y pedirles que busquen una traducción más amable (jajaja). No, no haré una marcha en contra de Peppa Pig porque eventualmente mi hija me diga “mamá celdita”.

12662418_10153683277693301_973101314219256452_n

Recientemente he leído que a muchas madres y padres no les gusta Peppa, y después de ver todas la temporadas creo saber porque. Algunos argumentan que influye en ciertas conductas con los niños (todas negativas).

Lo que no nos gusta de Peppa es que tiene justo las características que a veces queremos suprimir de los niños. La cerdita es una niña NORMAL y estamos acostumbrados a ver y pretender criar pequeños adultos.

Peppa Pig es una niña de 5 años que tiene un hermanito que no es su hit pues vino a reemplazarla como reina del hogar, aun así lo cuida, juega con él y seguro lo ama. Peppa es; ocurrente, sincera, espontanea, no le gusta perder, dice lo que piensa y lo que siente, es creativa, le gusta indagar acerca de su entorno, le gusta jugar en los charcos, pelea con sus padres, no se queda callada, no le gustan las verduras, ¡Es unaaaa atrevida!

Es una niña común y corriente, con las características de un niño de su edad y con los comportamientos que queremos erradicar de nuestros hijos…pero más allá de eso, Peppa Pig es una caricatura, es entretenimiento.

Tu hijo dirá lo que piensa y siente independientemente de que lo vea en la tele, tu hijo jugará con tierra  lo vea o no, en una caricatura, pues está en su naturaleza.  Algunas veces será grosero porque está aprendiendo de educación y respeto, es un niño. Sentirá celos de su hermano porque es comprensible.

Lo que me encanta de Peppa son sus padres, ¿has notado la paciencia y el respeto con el que se desenvuelven los personajes? Es maravilloso el manejo de esta pareja hacía con sus hijos.

Como padres es nuestra obligación vigilar lo que ellos ven, es nuestra responsabilidad guiarlos y dedicarles tiempo. Creo que sí.. la televisión puede tener una influencia negativa en ellos si es lo único que hacen, si no les dedicas tiempo, si pretendes que el televisor te quite la enorme responsabilidad de guiarlos, si le cedes el control de la educación de tus hijos, ese sí sería un problema y no solo será Peppa sino toda la programación basura a la que los exponemos con el afán de mantenerlos ocupados y sin dar lata.

Sí, todo lo anterior puede o va a influir en nuestros hijos pero mientras tú como padre les ofrezcas una guía de lo que están viendo y con tu ejemplo refuerces las actitudes positivas no veo mayor problema en que dediquen 30 minutos a ver a esta piara tan simpática (cabe mencionar que no salen solo cerdos).

Por ahí vi un texto donde una especialista le adjudicaba los comportamientos negativos de un grupo de niños a Peppa Pig, con todo respeto; no hay nada que me haya parecido más absurdo. Un especialista va más al fondo, indaga el entorno de los niños no solo su consumo de programas televisivos. Los comportamientos negativos son situaciones más complejas que van más allá de lo que une cerdita rebelde les enseñe, es básico sin ser terapeuta lo sé.

En conclusión no nos gusta Peppa porque hace y dice las cosas que vivimos queriendo suprimir de los niños y porque rompe el estereotipo de hijo perfecto y bien portado que muchas pretenden construir. El problema no es Peppa, somos los adultos que comprendemos poco del mundo de los niños. Cuando aceptemos que hay conductas inevitables en el desarrollo físico y emocional de ellos, dejaremos de culpar a un programa de que nuestros hijos quieran brincar en un charco, es más, ¿qué hay de malo en brincar en un charco? Si tu hijo no come verduras no culpes a Peppa, ¿tú las comes?. No le dejes la responsabilidad a Peppa Pig, asúmela tú y con tu ejemplo es probable que no tengas que buscar culpables.

Dejemos el entretenimiento a Peppa y la educación a los padres.

12651158_10153683277648301_4578791005026655613_n

 

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

Share This Post On