El valioso trabajo de una ama de casa

El ritmo de la sociedad nos ha llevado a restarle valor a las pequeñas cosas. No solo eso, también a labores titánicas como las de una ama de casa.

Nos venden la idea de que debemos ser súper mujeres; trabajar, tener la casa en orden, vernos radiantes y sí no es así, tu hijo no será inteligente, no se sentirá orgulloso de ti o peor aún está destinado al fracaso.

Y, ¿Qué hay de las que por decisión propia guardamos el título y nos dedicamos a nuestros hijos y al hogar?

«Pero si tú no trabajas» – Me dijo alguien esta semana.

Y en unos cuantos segundos recorrí mi rutina diaria;

Arreglar a la niña; cambiarla, peinarla, cepillar sus dientes.
Preparar el lunch de papá y Torbellino
Ordenar la casa; recoger ropa sucia, hacer la cama, lavar platos, meter una lavadora.
Revisar la despensa y la alacena para asegurarme de que no falta nada
Ir al súper a surtir los faltantes y lo necesario para la comida
Sacar la ropa y tenderla
Preparar la comida antes de que lleguen
Darme un baño rápido y una arregladita para no parecer muerta
Ir por torbellino
Servir la comida
Enseñarle a torbellino a lavarse los dientes
Limpiar la cocina después de comer
Doblar y guardar ropa
Jugar con Torbellino
Bañar a la niña, cambiarla
Servir de cenar
Los dientes de nuevo
Recoger la cocina
Ordenar el desorden que quedó en el día
Trabajar en Mi vida de madre
Alistar la ropa para el día siguiente

Mi esposo mantiene una paternidad completamente activa, aclaro. Si no fuera por él esta lista sería el triple de larga.

Te interesa; No tengas prisa mamá

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Ufff!

Entonces, ¿Trabajo o no?

Algunos van a sus trabajos de 8am a 6pm de esas 10 horas; se sirven el café, cuentan los pormenores de la agenda mundial, se quejan de su jefe, salen a comer sin ningún contratiempo, trabajan en los pendientes, entran a Facebook, si es lunes se quejan de eso, planean la salida de los viernes, recorren los chismes de oficina, etc y reciben un sueldo, aguinaldo, bonos, compensaciones, prestaciones de ley y demás.

Ya he trabajado en oficinas y hablo con conocimiento de causa. Una mujer que decide ser ama de casa, hace las cosas con amor, pasión, convicción y vocación.

OJO; no generalizo, también hay aquellos que disfrutan su trabajo, lo hacen con pasión y mucha entrega. Y hay madres fantásticas que hacen una lista similar a la mía y encima van a trabajar. Lo aplaudo, no son competencias. Incluso este post no alude a las madres que trabajan, sino a aquellos que creen que nuestra labor en el hogar es tarea fácil.

Una madre no recibe ningún tipo de compensación monetaria y mucho menos alguien le manda un e mail diciéndole; «Qué bien te quedó hoy la sopa, en su punto de sal» «Qué gran labor haces crías a la generación del futuro» “Lo estás haciendo muy bien”.Un ama de casa a cambio recibe; besos babosos de sus hijos, abrazos de su esposo, sonrisas de agradecimiento y mucho amor. Algunos dirán que es conformismo pero esto vale más que el dinero.

El día que dejemos de ver cómo poca cosa la labor de un ama de casa, ese día habremos ganado una batalla. Decidir estar en casa, requiere de mucha entrega. Al menos yo, lo hago y soy feliz de esta decisión, algún día dije que JAMÁS estaría en el hogar pero no sabía de lo que hablaba…aquí te cuento un poco.

Estoy segura que mi padre (quién pago mi carrera universitaria) está sumamente orgulloso de que hoy hago lo que yo misma elegí y que lo hago convencida y feliz. Vamoooos! No solo el 10 de mayo aplaudan la labor de sus madres, porque esa pequeña lista de quehaceres se hacen diario, por años y sin esperar nada a cambio.

Quizá la próxima vez que esa persona me diga; «pero tú no trabajas» le pase esta enorme lista de cosas que hago al día, donde seguramente olvide la mitad de mis actividades y que probablemente no es ni una cuarta parte de lo que esa persona hace al día.

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

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