El cuarto solo es de papá y mamá, así debe ser

«Mis hijos van a dormir en su cuarto y en su cama como debe ser»

Escuche esta frase un par de veces,  lo que me pregunto es; ¿Quién marca lo que «debe ser»? ¿Hay algún manual que no he leído?  ¿De dónde saca la gente que en el tema de la maternidad hay un «debe ser»? ¿O solo son prejuicios? Si la maternidad es el mejor arte de improvisación y cambio de planes.

Mi hija debió dormir en su cama pero un día decidimos que no sería así, rompí con mis propios esquemas de lo que «debería ser» pues aún embarazada los planes con mi esposo eran que dormiría en nuestro cuarto, pero en su cuna. El tercer día en casa después de que nació, descubrimos que tenía reflujo. Nos dimos cuenta de una forma algo abrupta y traumática; ella estaba en su cuna «como debe ser», salí de bañarme y eche un ojito, estaba haciendo un ruido como si quisiera decir algo pero no tenía fuerza para hacerlo, abría y cerraba la boca y estaba morada, rápidamente la saque y le grite a mi madre, cuando ella llego la volteo y comenzó a golpear su espalda. Tuvimos un conato de bronco aspirar causado por el reflujo.

 

Ese día decidí que mientras más cerca estuviéramos, sería mucho mejor. Me invadió una angustia terrible, de esas que las madres conocemos muy bien, que no nos dejan dormir aunque ellos lo hagan, de esas que nos obligan a revisar que este respirando no cada 10 minutos sino cada 5, esa angustia que te dice que no te alejes por mucho tiempo porque puede necesitarte. Así es que decidimos que ella dormiría en nuestra cama, fue de mutuo acuerdo pues la necesidad de tenerla cerca era compartida. Fue entonces que lo que el «debe ser» salió de la cama y le cedió el paso a ella.

El colecho es una práctica muy criticada, no entiendo por qué, pues aunque no compartas con tus hijos la cama terminan en ella, seamos honestos. Los fines de semana, una gripe o una pesadilla son la mejor ocasión para que ellos entren corriendo y se acurruquen a tu lado, pero tal vez por lo que «debe ser» pegues el brinco y los saques de ella de una patada. Quisiera ver eso cuando aquellas personas que me han dicho tan chocante frase tengan sus hijos.

Un día alguien me dijo «esa pareja hasta se divorció porque la mujer no sacaba al hijo de la cama y pues desatendió al esposo» no hay nada que me haya dado más risa (sobre todo aquella palabra «desatendió» usada en pleno siglo 21) y bueno concluí, después de tan desgarradora historia de desatención; No, esa pareja se separó por la falta de comunicación y la falta de creatividad.

Alguna conocida me dijo «no puede ser que duerma ahí y ¿el sexo? Pobre de tu marido» y pensé; pobre del tuyo que limitas el sexo a la cama y a una sola habitación de toda la casa. Falta de imaginación, le llamaría yo. He escuchado del terrible daño psicológico del que estoy haciendo victima a mi hija, que si va a crecer con traumas y apegos innecesarios, no hago otra cosa más que reírme, me he documentado lo suficiente como para saber y entender los beneficios de esta práctica pero siendo honesta no tengo el tiempo de ir explicándolo por todos lados y a todo el mundo.

Bueno, un sinfín de historias alrededor del espantoso tema, y también hay gente que lo ve tan normal que ni un comentario emite (esa es la gente que me gusta).

Haciendo referencia a algunos animales los cuales se guían por el más puro y natural instinto; ¿alguien conoce un león que haya dejado a su cría en otra parte de la selva para dormir? O ¿algún simio que deje a su bebé en medio de la selva solo para que aprenda a dormir? Preguntas simples que podrían parecer tontas pero que responden a algo muy complejo y criticado como el tema del colecho. Lo que sí es un hecho y no implica lo que «debe ser» es que esta practica no es para todos y eso no define tu maternidad, un niño puede dormir perfecto en su cuna con las mismas atenciones y cuidados que se le da a un niño que colecha, eso es algo que he aprendido de otra madres. Lo respeto.

Ya hemos tenido esa platica dónde planeamos la transición de ella a su cuarto,  no porque ya no lo disfrutemos al contrario, pero cada vez es más independiente y se acerca el momento, lo veo venir. Todos los días decimos «la próxima semana lo intentamos» y esa semana no ha llegado, lo hemos postergado sinceramente por falta de ganas. El día llegará pero para que eso pase será de la forma más respetuosa posible.

Por ahora seguiré disfrutando de sus ronquiditos, de cuando ríe a carcajadas porque está soñando bonito, de cuando nos despierta tratando de abrir nuestros ojos, de abrazarla por las noches y acariciar su cabello para que se duerma, de sentir su cuerpo cerca, de que en medio de una pesadilla me busque solo a mí y  de su sonrisa contagiosa por las mañanas. ¿Uy suena terrible el colecho verdad?

Yo duermo con mi hija como mi instinto me dijo que DEBÍA SER,  y  como la naturaleza lo ha marcado (para mí), finalmente la cama es para dormir.

 
 
 

 

 

Author: Mi vida de madre

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