Crianza en brazos; la exterogestación

Nuestro cuerpo es asombroso, es capaz de crear vida en 9 meses. Después de un excelente trabajo nos entrega a nuestro pequeño con una textura arrugada, un cuerpo húmedo y una hermosa calidez en su piel. Lo anterior no implica una separación, no es el fin de nuestra unión física con nuestros hijos, aquí es cuando comienzan los “9 meses después del embarazo” o la “exterogestación”. Nuestros hijos nacen indefensos e incapaces de hacer algo por si mismos, por lógica dependen al cien de nosotras. Nuestra especie es la única que tarda varios años en alcanzar la madurez y la edad adulta.

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Se consideran nueve meses tomando en cuenta, que en los hitos del desarrollo es cuando probablemente se empiece a desplazar. Lo anterior no implica que dejan de depender de nosotras, es más, serán muchos años quizá hasta los 20 o más que nuestros hijos dependan de mamá y papá, empezarán a hacer lo fisiológico por si mismos, por supuesto no necesitarán ayuda para ir al baño o comer pero  hasta que se van de casa,  oficialmente dejan de depender de nosotros y aun así, siempre los brazos de mamá son el mejor abrigo ante cualquier situación.

Pero esos segundos nueve meses son vitales para su desarrollo, buscar y procurar la cercanía favorecerá su inteligencia y estabilidad emocional. Necesitan de mamá, no es algo a lo que se acostumbren cuando se los dan, ellos saben que es el lugar más seguro y que estar ahí garantiza su supervivencia. El cerebro de un bebé terminará de madurar después del nacimiento, por esa razón las experiencias que lo nutran serán de suma importancia para su futuro.

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Carlos González en su libro “Creciendo juntos” dice;

Siempre te prohíben las cosas divertidas: “No lo cojas en brazos, que se malcría”, “No le hagas caso cuando llora, que te toma el pelo”…Nadie te dice “No friegues los suelos, que se malacostumbra, “No le laves la ropa, o se la tendrás que lavar de por vida”

Decir que los niños se acostumbran a los brazos es cosa del pasado, hoy las madres somos mas conscientes y sensibles a las necesidades de nuestros hijos, quizá hacia falta más información antes. No dudo que antes muchas madres desearán cargar a sus hijos pero siempre escuchaban “se mal acostumbra” y de inmediato desechaba ese deseo con la simple intención de no perjudicar su “sano” desarrollo.

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Con el tiempo se ha descubierto que no solo NO se mal acostumbran sino que tiene muchos beneficios criar en brazos:

  • Atender sus necesidades en los primeros años de vida favorece al desarrollo cerebral, sumar menos situaciones de estrés construirá y nutrirá su actividad cerebral
  • Puedes lactarlo con más comodidad
  • Refuerza los vínculos de apego entre madre e hijo. Ahora también sabemos de que fortalecer el apego es de suma importancia en sus primero años de vida
  • Ayuda en temas como el reflujo y los cólicos
  • Duerme más, necesita la cercanía con mamá para propiciar un sueño tranquilo
  • Estando cerca de mamá no necesita más, por lo que es posible que llore menos
  • Si usas un fular te permite hacer tus actividades dejando tus manos libres

Sigue tu instinto, cárgalo, abrázalo, portéalo que el tiempo vuela y los beneficios para ti también son muchos, el principal es que pasaras con él el mayor tiempo posible antes de que corra.

Sin duda tú eres es el mejor lugar

 

 

 

 

 

 

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

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