¿Comparas a tus hijos?

No hay nada más molesto que las comparaciones, es muy común que durante el desarrollo de nuestros hijos escuchemos muy seguido frases cómo; “al hijo del vecino ya le salieron todos los dientes” “Pepito camino antes del año” “Rosita dejo el pañal antes de los dos” “Juanito hablo desde el año” y un sin fin de historias de niños ajenos, que resultan ser mucho más hábiles que el tuyo (a juicio de los opinologos)

Existen lo famosos hitos del desarrollo, estos nos van indicando que es lo esperado en cada etapa pero es importante saber que el desarrollo de cada niño es completamete diferente, existen muchos factores que tienen que ver y dos de ellos, son muy simples; son personas únicas e hijos de madres diferentes.

Como madres nos molesta escuchar todas esas historias, nos hace dudar del correcto crecimiento de nuestros hijos, lo sé porque lo leo muy seguido en este espacio y en grupos de madres, pero he notado que existe un factor del que no todas hablan; la competencia. Sí, esa gente que compara a los niños es molesta, pero ¿qué pasa si tu misma eres la que está comparando?

swimming-933217_1920

Como seres humanos tenemos ese espíritu competitivo, no se diga entre mujeres y cuando nos convertimos en madres parece que aflora más. Todas queremos tener al hijo más listo,  más guapo, mejor presentado, más hábil, mejor bailarín, el primero en todo. ¿Te digo algo? ¡No es nada sano!

Siempre he hecho lo posible por no entrar en esos juegos, no me gusta que comparen a mi hija y mucho menos yo lo he hecho. Para mi ella es única, cada logro, cada baile, cada canción, lo disfruto. Si yo me dedicara a compararla definitivamente no estaría satisfecha con su desarrollo, es lógico que hay niños que alcanzan los hitos más rápido que otros, no me alcanzaría el tiempo para ver que hizo el hijo de la vecina que mi hija no ha hecho. Me da la impresión que cuando intentamos comparar a veces es un rollo como seres competitivos, es el deseo de no quedarse atrás y que egoísmo cubrir esas necesidad con nuestros hijos. A veces las madres entramos en dinámicas innecesarias, por supuesto que a algunas nos brinca la inquietud de ver que ese niño de la misma edad ya está caminando y el nuestro no, pero si hacemos conscientes que cada uno lleva su ritmo y aun así seguimos buscando comparación detrás de eso ya hay algo más complejo que la inquietud inicial.

Yo no tengo prisa porque mi hija aprenda sumar o se sepa los colores, me enorgullece que cante, que baile y que me diga que el cielo es azul, lo aplaudo y lo festejo con ella pero no me gusta invertir mi tiempo en ver que hizo el niño de a lado. Me ocupo en que tenga una desarrollo sano y no quiero exigirle de más, lo más importante es que disfrute su niñez.

boys-286245_1920

Cuando una amiga me cuenta el nuevo logro de su hijo también lo aplaudo procuro no decir cosas como; “mi hija también lo hace”, “mi hija lo hace así y al revés” (ósea, es mejor) festejo el logro de ella y su hijo, no le resto importancia porque eso sería competir, la competencia debilita las amistades, las vuelve desgastantes y las aleja.

A todas las madres nos encanta hablar de los logros de nuestros hijos, es impresionante verlos crecer y compartirlo con amigos y familia es maravilloso. Pero no es sano para ti y mucho menos para tu hijo, competir. Para ellos será muy difícil alcanzar tus parámetros de competencia, les asignas a ellos la responsabilidad de satisfacer  esa necesidad tuya y los harás esforzarse por ser alguien que no son.

Aunque sea una actitud muy humana, evita comparar a tus hijos pues daña su autoestima. No se diga si tienes más de uno, no los compares entre ellos ya que propicia los celos, envidias y rencores en su relación.

Cada niño es diferente, es único, respetemos sus tiempos, empecemos por hacerlo nosotras mismas como madres y disfruta de sus logros.

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

Share This Post On