Carta a mi hijo sin concebir

El camino para llegar hasta aquí no fue fácil. Hoy quiero compartirte algo muy personal, lo escribí hace más de un año: 

Aún no llegas, aún no te concibo pero confió en que estás preparando el vuelo para llegar. Estoy segura que estás abriendo tus alas para venir hacia mí, aunque no sé si llegarás, pienso en ti. Te hemos buscado por años, te hemos deseado y sueño con el momento de tenerte en mis brazos. 
En casa hay una personita que no deja de pensar en ti, guarda juguetes, espacios, dulces y hace regalos para recibirte. Sé que te estás preparando para aterrizar en lo que será tu casa; mi cuerpo. Estoy lista, no tardes.

Quiero que sepas que el camino no ha sido fácil, ha estado lleno de subidas, bajadas, sabores, sin sabores, encuentros, esperanza, dudas, miedo, amor, algunos días de renuncias a medias y al final en los ojos y besos de tu hermana encuentro la respuesta, recuerdo por qué vale la pena luchar y tomo un segundo aire para volver a intentar e ir a tu encuentro, haré todo lo que está en mis manos para al fin conocernos.

Hay una lucha entre mi corazón y mi cuerpo, estoy segura que vencerá el amor y mientras eso ocurre, te espero, te sueño, planeo y desde ya, te amo. Si decides venir te aseguro que te haremos muy feliz, tendrás una hermana hermosa, llena de vida, ocurrente y juguetona. Un padre maravilloso con mucha energía, gracia y amor. Y a mí, una mujer imperfecta, a veces llena de dudas pero muy valiente, que ha luchado contra todo para ver algún día tu sonrisa, que te acompañará a conocer el mundo, re aprenderá a tu lado y apreciará contigo la belleza de vivir, respirar y amar.

Soy optimista y cada día que pasa, es un día que me acerca más a ti. El destino nos pondrá en el mismo camino, seremos compañeros de viaje, llegarás a esta casa que está llena de amor, por lo pronto soy paciente y sigo cerrando los ojos para imaginarte. Cada segundo en esta prolongada espera valdrá la pena. 

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

Share This Post On