Antes de pegarle a tu hijo intenta esto

No lo hagas, no tienes que golpear a tu hijo para disciplinarlo.

No tienes que lastimar su cuerpo para hacerlo entender.

No tienes que jalonearlo para que haga las cosas bien.

No tienes que meterlo a la regadera con agua fría para bajar su berrinche.

No es necesario que te quites el cinturón o un zapato para que tenga buenas notas.

No necesita una nalgada a tiempo.

Todo lo anterior es la salida fácil, la respuesta rápida, la solución tajante pero créeme que no es necesario. Quizá tú y yo solo tengamos  en común que somos madres pero nuestros hijos tienen mucho en común; merecen respeto, necesitan de nosotras, están llenos de sueños, ríen, gritan, cantan canciones entre cortadas, tienen una imaginación maravillosa y sobre todo nos aman infinitamente, somos su mundo.

F8512388B

Te interesa «En mis tiempos se criaba diferente»

¿Por qué tu hijo debería ser golpeado y el mío no? Son muy similares, son niños y ambos están en aprendizaje, no saben controlar sus emociones y no les importa estallar en llanto en el centro comercial porque a diferencia de ti y de mí, a ellos no les importa el qué dirán.

A mí no me pegaron de pequeña, no tenía el enorme reto de romper el patrón y quizá por eso fue sencillo decidir que eso quería para mi hija. Decidí que haría todo lo que estuviera en mis manos para que de mi  jamás naciera la necesidad de golpearla, no ha sido tan fácil como pensé. Hay días muy difíciles dónde pareciera que ya no hay herramientas y el único recurso que me queda es el amor tan grande que le tengo. Una y otra vez pienso en que yo le di vida, sería incapaz de lastimar a ese pedacito que me tomo tanto tiempo y esfuerzo crear.

Criar con respeto no es cosa fácil, no te voy a mentir requiere de un gran esfuerzo pero cuando estás convencida de que quieres algo diferente para tu hijo, es posible hacerlo. Por supuesto que es más sencillo solucionar todo con golpes pero no funciona, un golpe solo es la descarga de tu frustración. Se ha dicho mucho del tema pero es necesario que sepas que si has golpeado a tu hijo, a estas alturas lo que sienta sea miedo.

Antes de golpear a tu hijo, intenta esto;

Te interesa «Manejo de berrinches; no es fácil pero es posible»

  1. Respira, los ejercicios de respiración ayudan a oxigenar el cerebro y esto permite que te relajes
  2. Si no puedes hablar con él y se han cerrado los canales de comunicación de ambas partes, espera, quédate cerca y espera que ambos estén más tranquilos.
  3. No presiones la situación esperando un resultado, no lo obligues a disculparse o hacer lo que tú quieres en ese momento de estrés pues no lo hará, ambos están molestos y la frustración puede crecer. Espera, respira e identifica cuando estén ambos más tranquilos y habla, explica, da razones y motivos
  4. Si estás en un lugar público aléjate y busca un sitio donde puedan estar solos (un baño) las miradas pueden empeorar todo. Por lo regular la gente espera que pegues, no lo hagas solo les darás gusto, ridiculizarás y humillarás a tu hijo
  5. Identifica como te sientes TÚ, tu hijo evidentemente está frustrado y enojado. Tus sentimientos son igual de importantes que los de tu hijo, a medida que los reconozcas podrás manejarlos mejor y es válido decir; «estoy molesta contigo, me gustaría que te tranquilizaras para hablar y solucionar algo entre los dos». Nuestros hijos no son responsables de nuestras emociones, ellos quizá estallaron pero el como reaccionemos es responsabilidad de cada quien como adulto
  6. Negocia, si hay posibilidad de llegar a un acuerdo dónde ambos queden satisfechos vale la pena intentar. Hay límites claros pero también emplea la negociación como una herramienta. Por ejemplo; mi hija pidió un chocolate en el súper y eran las 9 de la noche, acordamos comprarlo pero el chocolate se lo comería al día siguiente y armaríamos el juguete llegando a casa. Todos felices y así fue; yo no quería que ella comiera chocolate tan tarde y ella como siempre, le interesaba más el juguete.
  7. Si todo se ha salido de control y estás con alguien, pide un relevo antes de que puedas lastimarlo. Si estás sola, coméntale que estás molesta y que saldrás unos minutos de la habitación es preferible esto a que le pegues
  8. Piensa en cómo te gustaría que alguien te tratará en un momento de crisis, trata a tu hijo igual
  9. Piensa en lo mucho que lo amas, retoma algo que te haga feliz de él, quizá esa canción que acompaña con movimientos graciosos, pon en una balanza todo lo bueno y lo malo. Definitivamente son más cosas buenas las que traen consigo
  10. Piensa antes de actuar, que tu impulso no domine la razón.
  11. Si consideras que no puedes parar, pide ayuda de un especialista. Ir con un psicólogo o un psiquiatra no nos convierte en enfermos, nos da la oportunidad de sanar heridas y tus hijos merecen que cierres ciclos, rompas patrones y les des lo mejor de ti.

Te interesa «Los golpes no educan es lo mismo dar una nalgada que una golpiza»

Los tiempos han cambiado y si echamos un ojo a los periódicos podemos ver que una ola terrible de violencia afecta considerablemente a nuestro país, la falta de comprensión, los estilos conductistas, la falta de apego, de maternaje, de empatía, etc han llevado a nuestra sociedad al límite. Cada vez hay gente más deshumanizada, es doloroso ver lo que ocurre. Si esas generaciones fueron criadas como “antes” ¿Por qué no intentar lo de “ahora”?

Author: Paola

Soy Paola Acuña, escribir acerca de mi maternidad se ha convertido en mi pasión. Me permite acercarme a otras madres y acompañarnos en este hermoso camino que sí bien no es fácil ha sido único. Soy madre de Alondra que actualmente tiene 21 meses de edad, ella ha logrado una transformación increíble en mi vida, ser su mamá es un privilegio pues de ella he aprendido mucho. Hemos crecido, llorado, jugado y aprendido juntas.

Share This Post On