Los niños ya no están de moda

Hace unos meses una cadena de cines abrió las puertas de una novedosa sala para madres, por supuesto la competencia no nos hizo esperar mucho por su versión corregida y aumentada de sus salas para niños. Me parece fabuloso que se puedan ofrecer estas alternativas a las madres, pues las visitas al cine se vuelven menos con la llegada de los hijos. Lo que llamo en particular mi atención no fueron las salas de las cuales no puedo dar mi opinión por qué no he tenido la oportunidad de ir, lo que me pareció interesante fue la publicidad que uso una de estas cadenas para promover sus nuevas salas. El texto publicitario decía así; “Tu bebé ya no será el malo de la película”

La frase me parece entre graciosa y un poco intolerante, parto de aquí para explicar mí punto.

NUNCA HAN SIDO LOS VILLANOS, NI LO SERÁN.

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La sociedad en la que ahora vivimos ha puesto en segundo plano las necesidades de los niños, pareciera que ahora no solo son los malos de la película si no que son, los terribles villanos que azotan a los pobres adultos que solo quieren ser felices, ¡por Dios!.

Cuando decidimos ser padre hacemos consciente lo que viene y aunque el vecino no lo sea, no implica que no tenga una remota idea de esto.

Son niños, N I Ñ O S pero parece que han pasado de moda.

Me da una especie de tic en la cara (ese que me da muy seguido con estos temas y que me saca lo sarcástica) salimos a la calle temerosas de que el villano en cuestión haga una escena de telenovela y un extraño no solo juzgue y etiquete a nuestro hijo de; «mal portado», «desobediente» o «grosero», no se conforman y arrasan también con la madre etiquetándola de; «mala madre», «incapaz», «permisiva». Ufffff!  He pensado en decir; Tú que miras solo juzgando, tú que quizá ni hijos tengas o tal vez ya los tuviste pero se te olvido lo que es cada etapa, no me mires así. Tampoco nos juzgues es más, si te es posible negociar con el terrorista ven y hazlo. La humanidad está en peligro y también tu estabilidad emocional, bah!!!!

Vamos a comer a algún restaurante con nuestro pequeño hijo en brazos, a ese villanito se le ocurre llorar y llorar quizá este estresado por el bullicio pero a la señorita de la mesa de un lado le molesta y le dice a su acompañante “Que necesidad de escuchar a hijos ajenos”. Perdón señorita, mi hijo y yo tenemos el mismo derecho de estar aquí comiendo que usted” ojalá contestáramos eso pero no, solo pensamos; “no vuelvo a salir a la calle con este niño”. Pareciera que debemos aislarnos hasta que nuestro hijo tenga la edad suficiente para comprender que no debe molestar.

Hace unos meses hicimos un viaje acompañados de otras víctimas de esos villanos. Íbamos temerosas del comportamiento de nuestros hijos en el avión y la ley de la atracción no falla, paso; el hijo de mi amiga durmió la mitad del vuelo pero la otra mitad hizo lo que es propio de un niño de su edad, jugar (ni siquiera lloro). La mujer de atrás le dijo a mi amiga “¿te molesto con tu hijo? Intento descansar” ¿WHAAAAAAT? Ok sí, todos madrugamos para viajar pero perdón, sí nos molesta. La solución para ella debió ser un jet privado para que nada la perturbara. Pero como madres partidarias del respeto no pronunciamos ni una palabra.

Hace poco me toco leer una publicación donde una madre que viajaba con su pequeño regalaba una bolsa de dulces y tapones para los oídos a sus compañeros de vuelo, por si el villano en cuestión molestaba con su llanto. ¿Por qué debemos disculparnos por apelar a nuestro libre tránsito y a nuestros derechos como madres y niños? Claro, antes de ser madre uno puede pensar que es molesto un viaje de horas con un niño que llora, pero nos falta mucha compresión acerca del desarrollo psicológico, social y emocional de los niños. Ahora, de madre será divertido viajar con el niño llorando y encima ver las malas caras?

No entiendo a nuestra sociedad. ¿Por qué pretendemos minimizar las necesidades de los niños, ¿por qué no nos ponemos en esos pequeños zapatos y en los de los padres?

No creo que se necesite ser padre para tener el mínimo de empatía y respeto por el otro, eso se aprende desde casa, igual que le enseñamos a nuestros hijos a ser caballeros así de fácil, con el ejemplo No se trata de un tema de igualdad, solo de tolerancia y amor. ¿Por qué debo ser tolerante si mi acompañante de vuelo está roncando pero no puedo serlo si un niño de pronto llora o juega?.

Me parece fabulosa y respetable la decisión de algunos de no ser padres, es entendible, para serlo se necesita ser muy consciente de que para tenerlos y amarlos hace falta querer hacerlo. Si así lo han decidido algunos me gustaría pensar que de igual forma respetan a los que hemos tomado el otro camino. No, no pretendemos que «soportes» a nuestros hijos, solo queremos tu respeto y nuestro hijo también lo merece. Los niños no son ciudadanos de segunda, tienen los mismos derechos de transitar que cualquier otro.

Pero parece que ahora vivimos en un mundo dónde el adulto y sus necesidades son más importantes que la de los niños y no, no quiero vivir en una sociedad así. Enseño a mi hija de respeto y educación ¿para toparse con una sociedad indispuesta a la cordialidad por las necesidades de otros?

Espero que la generación que estamos criando haga un cambio…

Author: Mi vida de madre

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